El papel de la Trabajadora Social en el Nuevo Modelo de Atención
Para prestar un modelo de atención centrado en la persona es imprescindible conocer los gustos, preferencias y valores de las personas a las que atendemos, así como conocer su Historia de vida, ya que la persona no está aislada y en ella influye todo lo que le rodea y ha rodeado a lo largo de su vida.
Las orientaciones de Trabajo Social son acordes al modelo de atención personalizado. De hecho uno de sus principios se basa en el respeto al valor y dignidad inherentes a toda persona y a los derechos que de ellos se desprenden. Esto significa que el Trabajador Social debe respetar y promover el derecho a las personas a elegir por sí mismos y a tomar sus propias decisiones, sea cuales sean sus valores y opciones de vida, siempre que no amenacen los derechos e intereses legítimos de otros. Además los Trabajadores Sociales deben intervenir con la persona en su totalidad, teniendo en cuenta todo lo que influye en la vida de una persona (familia, comunidad, etc.). Por todo ello se puede decir que la implantación del Modelo De Atención Centrado en la Persona en los centros favorece aun más la labor del Trabajador Social, ya que tal y como se ha indicado las indicaciones del trabajo social van acorde con este nuevo modelo
En los Centros de Día o en los Centros Residenciales de Matia Fundazioa el/la Trabajador@ Social es quien suele tener el primer contacto con la persona que va a venir a uno de nuestros centros y su familia. Además es quien suele dar de baja todos los ingresos y por tanto quien mantiene las últimas relaciones con la familia y/o con la persona a la que se ha atendido. Se podría decir que es la puerta de entrada y de salida de las personas y familias que atendemos, sin olvidar además la atención social que proporciona a todas las personas que atiende mientras permanecen en nuestros centros. Por ello el papel de la Trabajadora Social es clave para poder garantizar desde el principio hasta el final la prestación de un modelo de atención centrado en la persona.
El/la Trabajador@ Social desde el preingreso recoge datos referentes a la historia familiar y social de la persona a la que se va a atender, haciendo hincapié en sus aficiones, gustos y valores, para que desde el principio se pueda entender mejor a la persona que se va a atender y facilitarle en la medida de lo posible una atención personalizada. Esta información la comparte con los profesionales del centro, facilitando así que todas las personas que le van a atender tengan un conocimiento de la persona que vamos a atender que redundará en el beneficio de la propia persona atendida. Está información se va completando conforme se presta la atención a la persona y tras consensuar con la persona a la que se atiende o su familia/tutor en caso de deterioro cognitivo, se plasma en el P.A.I (Plan de atención individualizado), aspectos tales como que es importante fomentar en esa persona, de que no se debe hablar en ningún caso con esa persona, que es significativo para ella, etc.
El modelo de atención centrado en la persona exige un mayor conocimiento de la persona que se atiende y ello favorece que los objetivos y acciones que se plantea el/la Trabajador@ Social con la persona atendida o su familia sean más significativos para ella y respeten y fomenten aun más los valores de la persona. En definitiva redunda en el bienestar de la persona.
La implantación del Modelo de Atención Centrado en la Persona en uno de los módulos del Centro Residencial de Rezola así como en su Centro de Día, ha favorecido el bienestar de las personas que atendemos y ha proporcionado muchas satisfacciones a todos los trabajadores, aunque no hay que obviar que el modelo también ha traído y traerá muchas discusiones éticas. Todavía seguimos siendo muy proteccionistas aunque ya vamos aprendiendo que sin riesgos no hay vida.