La estrategia de desinstitucionalización para una buena vida en comunidad es una iniciativa participativa liderada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que da respuesta a una necesidad, supone pasar del modelo de cuidados basado en la atención asistencial de personas en instituciones a un modelo de atención comunitaria y personalizada, donde las personas pueden elegir donde vivir, qué apoyos necesitan y cómo quieren recibirlos y hacerlo integradas en su comunidad.