La fragilidad es un síndrome muy prevalente en personas mayores en el cual la probabilidad de que ocurra un evento adverso se ve incrementado: caídas, hospitalizaciones, institucionalización e incluso el fallecimiento. Desde el año 2015, un consorcio formado por instituciones de Investigación Sanitaria y Gerontológica, Centros Tecnológicos, y la UPV/EHU viene trabajando para desarrollar herramientas dirigidas a su diagnóstico y abordaje.