Escuela de la Experiencia de Usurbil

La Escuela de la Experiencia de Usurbil es un proyecto que tiene la finalidad de trabajar las experiencias y compartir nuevos conocimientos en personas mayores de 55 años. Se pretende fomentar el desarrollo personal de los/as participantes, desde un enfoque físico, psíquico y social. En este mismo sentido, se promueve la capacidad que tiene el grupo sobre el propio municipio y en la sociedad en general; todo ello facilitando recursos para analizar la realidad social e interpretarla. A través de este proyecto se busca seguir avanzando en el proceso de aprendizaje y dar pasos para la convivencia. Diferentes estrategias metodológicas necesarias para fomentar estas competencias son actualmente el eje principal del proceso. Se trata, en definitiva, de un modelo de formación basado en un proceso activo y participativo.

La Escuela de la Experiencia de Usurbil nos ubica ante un nuevo modelo formativo: partiendo de la necesidad de aprendizaje y la propia experiencia de los/as participantes, basándose en la reflexión y en prácticas reales de la vida cotidiana.

En los últimos años, en todas las reformas de la Educación, se está subrayando la necesidad de desarrollar las competencias; son fundamentales para el desarrollo personal, bien a nivel individual y también como ciudadanos/as. Esta iniciativa sitúa a la persona en el centro del proceso. El objetivo principal está ligado con el desarrollo de las personas como activo de la sociedad, y en consecuencia, la formación recibida, va más allá de la mera adquisición o mejora de las capacidades profesionales; si no que vá mucho más allá, haciendo especial hincapie en las capacidades personales y sociales. Este nuevo modelo de aprendizaje supone un cambio de registro; siendo la persona el centro de dicho aprendizaje.

Es de la demanda de la persona desde donde parte la iniciativa; desde las propias necesidades y no de todo aquello que se desconoce. Supone cambiar de un modelo en el que el aprendizaje se centra fundamentalmente en un momento concreto de la vida, a otro nuevo en el que el aprendizaje se desarrolla a lo largo de la vida.

En este sentido, Matia Fundazioa puso en marcha un proyecto en mayo de 1998. Se trata de un proyecto ligado con la promoción de las capacidades personales en aquellas personas que se encuentran jubiladas. La mejora de la calidad de vida y la promoción de la participación son dos palabras clave de esta iniciativa.

En 1999 se encargó al profesor Elzo un estudio sociológico. Este estudio fue realizado con la colaboración de 1.007 personas de Gipuzkoa con una edad de 55-75 años. Se analizaron, entre otras cuestiones, sus preferencias y aficiones. Partiendo de los resultados de este estudio, ese mismo año se puso en marcha un nuevo proyecto denominado “Zabaltzen”. Y partiendo de esta base, se puso posteriormente en marcha el proyecto de la Escuela de la Experiencia.

La escuela de la Experiencia de Usurbil ofrece un modelo totalmente adecuado a las preferencias de los/as participantes. Este modelo de aprendizaje se centra en lo práctico, en la integración y participación social. El curso se realiza entre septiembre y junio, con sesiones semanales de dos horas de duración. Se trabaja un amplio temario: relajación, comunicación, nuevas tecnologías, música, literatura… Todas las sesiones se realizan de forma abierta y totalmente participativa, y para ello no se precisa que los/as participantes tengan ninguna experiencia previa en la materia. Es el propio grupo quien marca la intensidad y ritmo del curso.

A su vez, se trabaja un proyecto práctico ligado con el propio municipio. Cabe destacar que ya son varias las iniciativas que se han puesto en marcha, tomando como referencia las propuestas realizadas por el propio grupo de la Escuela de la Experiencia de Usurbil.

Objetivos

Aunque haya materias que se mantienen año tras año, se realiza un gran esfuerzo por ampliar el conocimiento adquirido en experiencias previas. En este sentido, cabe subrayar que la creación de una sociedad más participativa, pluricultural y sostenible precisa fomentar el desarrollo de las capacidades personales. Además el aumento de la esperanza de vida de la socidad está generando nuevas necesidades de formación. Así mismo, las nuevas tecnologías exigen que los procesos formativos sean adecuados y redefinidos de manera constante.