A pesar de la gran heterogeneidad que caracteriza a las personas que envejecen, los datos disponibles muestran que la imagen social del envejecimiento está generalmente asociada al deterioro y la dependencia. Por ello, la protección de los derechos de las personas mayores está configurándose progresivamente como un asunto troncal en el abordaje de la mayoría de las planificaciones destinadas a mejorar la vida cotidiana de la ciudadanía.